María Fuensanta Tornel

Buenamoza

Buenamoza

Antiguamente, en las casas de la huerta, las mozas tenían la costumbre de hacerse un retrato, a veces retocado y coloreado, que presidía desde el aparador, la vivienda y vigilaba silencioso las entradas y salidas de cada uno de los visitantes.

Eran las mozas casaderas, “Las buenas Mozas”, mujeres apuestas, de buena presencia o bien parecidas. Para siempre buenas mozas en ese retrato inolvidable y parado en el tiempo.