No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo
Michel de Montaigne
Esta serie surge a raíz de una etapa convulsa de mi vida, en la que una parte de mí se
rompe para nacer de nuevo y ser la persona que soy hoy: más entera, más madura y
sin embargo, llena de fisuras. Fisuras que son brechas quizá irreversibles, cicatrices en
la piel y recuerdos en forma de un mal sueño.
En el proyecto abordo dos sentimientos -la soledad y el miedo- a través de personas
atrapadas en un bucle del que no pueden salir. Personas vulnerables, frágiles, que
están a punto de estrellarse o que se han derrumbado ya. Y aún así, luchan por ser
felices.
En caras ocultas o cuerpos que dan la espalda, en paisajes emocionales o detalles
cotidianos, esos sentimientos hablan por sí solos reflejando una añoranza latente de
otra realidad.